sábado, 13 de noviembre de 2010

Os debo una esquela...

Lectores os debo una esquela porque una muerte tan significada como la de Don Luís hace que os deba una esquela y, claramente, el motivo de que os deba una esquela es que ha fallecido el más grande director de cine que ha nacido en España, pero como os debo una esquela, sólo puedo citar el triste acontecimiento para hacer notar que os debo una esquela, porque os debo una esquela a causa de que ha dejado de estar entre nosotros alguien que, al menos, se merece la mejor de las esquelas. Causa y razón por la que claramente os debo una esquela…

Porque hasta en sus últimas escenas ha sido sarcástico y no podía haber muerto en otro mes distinto de noviembre, con estas oraciones parafraseadas del mágico discurso que en “Bienvenido, Mr Marshall” pronuncia el alcalde, tristemente os anuncio que se ha hecho eterno don Luís García Berlanga y con él ha muerto una ácida descripción humorística de la realidad nacional. Porque inolvidable serán muchas, muchísimas de sus escenas, como por ejemplo eterna se hará en la memoria esa escena de un verdugo que llevan a rastras para ajusticiar a un preso que no va tranquilo, sino tranquilísimo hacia su fatídico destino. Un verdugo que no quiere ser verdugo y toma el cargo por ser enterrador y haberse casado con la hija de un verdugo con la que nadie quería casarse por los mismos motivos por los que él no tenía oportunidad alguna con las mujeres… En fin, valorad por vosotros mismos:




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