martes, 30 de noviembre de 2010

El triunfo de un estilo

"Mañana con el Marca, el DVD del 5-0"... Magnífica ironía que apareció en la pizarra del vestuario barcelonista en la noche de ayer.

No soy barcelonista, pero me alegró, y bastante, el resultado porque, afortunadamente, anoche el balompié fue justo y con una manita evidenció la supremacía del buen fútbol y el trabajo de la cantera sobre los fichajes a golpe de talonario. Seguramente habrá quienes no se percaten que lo menos escandoloso fue el resultado sino el juego, patadas y broncas de blanco frente a fútbol y más fútbol azulgrana. Y es que el dinero no hace la felicidad y menos un buen equipo.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Os debo una esquela...

Lectores os debo una esquela porque una muerte tan significada como la de Don Luís hace que os deba una esquela y, claramente, el motivo de que os deba una esquela es que ha fallecido el más grande director de cine que ha nacido en España, pero como os debo una esquela, sólo puedo citar el triste acontecimiento para hacer notar que os debo una esquela, porque os debo una esquela a causa de que ha dejado de estar entre nosotros alguien que, al menos, se merece la mejor de las esquelas. Causa y razón por la que claramente os debo una esquela…

Porque hasta en sus últimas escenas ha sido sarcástico y no podía haber muerto en otro mes distinto de noviembre, con estas oraciones parafraseadas del mágico discurso que en “Bienvenido, Mr Marshall” pronuncia el alcalde, tristemente os anuncio que se ha hecho eterno don Luís García Berlanga y con él ha muerto una ácida descripción humorística de la realidad nacional. Porque inolvidable serán muchas, muchísimas de sus escenas, como por ejemplo eterna se hará en la memoria esa escena de un verdugo que llevan a rastras para ajusticiar a un preso que no va tranquilo, sino tranquilísimo hacia su fatídico destino. Un verdugo que no quiere ser verdugo y toma el cargo por ser enterrador y haberse casado con la hija de un verdugo con la que nadie quería casarse por los mismos motivos por los que él no tenía oportunidad alguna con las mujeres… En fin, valorad por vosotros mismos:




domingo, 7 de noviembre de 2010

Qué bonito es un entierro

Estando en el mes que estamos es de obligado cumplimiento hacer un inciso sobre una vieja dama que a todos nos espera y que nunca pregunta si queremos ir con ella, simplemente nos arrastra a un enigmático infinito donde bailan la nada y el todo, el bien y el mal, lo tangible y lo insustancial… místico lugar de paz y turbulencias en el que cada cual encuentra su lugar.
Mientras nuestra alma se encuentra de viaje hacia esa atemporal dimensión, quienes nos acompañaron en vida lloran acerba petenera en días fríos y negros por más que luzca el Sol. Esos momentos de amarga despedida es lo que llamamos los entierros, sobre los que hay mucha literatura. Seguramente habrá poemas de los más grandes poetas, pero ninguno me llamado tanto la atención como un simpático poema de Mariano Povedano, periodista y cachondo poeta de la postguerra, describiendo la belleza de un entierro:

Se diga lo que se diga,
qué bonito es un entierro,
con sus caballitos blancos
y sus caballitos negros,
con su cajita de pino,
y su muertecito dentro,
con su cochero borracho
y "to" el acompañamiento.
Trincando el de la manguilla,
trincando el Ayuntamiento,
trincando el sepulturero,
y esperando pa trincar
Hacienda a los herederos.
Se diga lo que se diga,
qué bonito es un entierro.

Porque, ¿quién ha dicho que no se pueden hacer bromas sobre la muerte y los entierros?

P.D. Magnífica crítica sobre el rentable negocio de la muerte, donde nunca faltan clientes.