viernes, 3 de abril de 2009

El fin de la espera

Hoy, Viernes de Dolores, lo primero y tarea obligada es felicitar a las Dolores en su día, día grande en este rincón de los Alcores al que llamamos Viso, en el que tras tanto tiempo esperando no nos damos cuenta de que esto se está acabando. Ni tan siquiera nos habremos percatado de haber visto a la Virgen de la Paz por el parque o la Estrella cruzando el puente, y estaremos viendo cerrarse las puerta de San Lorenzo por las que acabará de haber entrado la Soledad. Pero hasta entonces lo único que nos queda por hacer es disfrutar con los sentidos. Aunque oler a incienso y azahar mientras suena Soleá Dame la Mano, Estrella Sublime o Coronación de la Macarena, y estar viendo la revirá de un pasopalio, sobre el que va la Madre de Dios, llámese Macarena en Sevilla o Dolores en el Viso, es algo indescriptible, un gozo para los sentidos y, con mucha mayor relevancia, para el alma. Sólo hay que ver las caras de las personas que se encuentran viendo dicho instante, y saber que esas gentes se encuentran con el ánimo exaltado, inmersas en la majestuosidad de dichos momentos. Así pues, sabiendo que ya sólo queda disfrutar, os repito lo que dijo a los sevillanos Carlos Herrera: ¡¡A la Gloria!!

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