lunes, 30 de junio de 2008

La verdadera Victoria de la Selección Española

"Nadie ama a su patria porque es
grande, sino porque es suya". Séneca
En estos días, después de la espléndida victoria conseguida por los chicos de Luís Aragonés en el estadio vienés frente a la siempre competitiva Alemania, es cuando uno se siente verdaderamente orgulloso de ser español. En estos momentos en los que los regionalismos (mal llamados nacionalismos) catalán, de las vascongadas, e incluso, últimamente adscrito a la moda, gallego están en pleno auge y no dan tregua al gobierno de la nación (que tampoco es que haga mucho por combatirlos, pues más bien parece sentirse cómodo junto a estos “amigos” que le ayudan a gobernar), es cuando un grupo de chavales se ha revelado en Viena y nos ha dado una lección de patriotismo a todos.
El famoso plan Ibarreche (sin tx, que cómo no he estudiado en ninguna escuela aberchale no domino su idioma) para el ilegal referéndum de independencia del pueblo vascuence, con el apoyo del temor inculcado por los asesinos de ETA, ha quedado relegado a un segundo o tercer plano (abucheo incluido en Zaragoza al gobernante de las Vascongadas) tras la victoria de la Roja y el éxito conseguido por el manifiesto para la defensa del castellano (al que por supuesto estoy adherido), rubricado por varios intelectuales españoles de todo tipo de ideologías políticas. Denunciando así los atropellos cometidos en algunas zonas de España sobre nuestra tan querida lengua.
¿Acaso hubo algún español que no se sintiese orgulloso de esos héroes de la patria? Porque Casillas, Cesc, Marchena, Villa…son todos unos héroes españoles, que nos han enseñado a sentirnos orgullosos de la Rojigualda y han hecho que portar por las calles de España la bandera que hizo Dios con la sangre de un valiente y el primer rayo de Sol para regalarla al pueblo español haya dejado de ser algo de fachas y se convierta en algo digno. No sólo triunfó el buen fútbol en la capital austriaca, también triunfó el orgullo de ser español. Bienvenida sea la victoria española en esta última Eurocopa, no sólo porque hacía años que no ganábamos nada, sino porque a muchos les ha recordado que podemos sentirnos orgullosos de nuestra patria sin sentir reparo alguno. Ahora más que nunca, todos juntos podemos decir:¡Viva España y la gloria de ser español!

lunes, 9 de junio de 2008

Atentado contra la libertad de expresión

Eta ha vuelto a atentar, esta vez contra "El Correo", con su vano intento de coaptar las libertades de los ciudadanos que se sienten españolas y que sólo anhelan la Paz. Esta vez ha atentado contra su mayor enemigo, que es la libertad de expresión y la verdad.
Abajo expongo la carta que El Correo ha mandado a los asesinos como respuesta a su atentado:


Texto del editorial que el diario El Correo publicó ayer:
No es la primera vez, porque la verdad, en cualquiera de sus formas, da lo mismo impresa que en imagen o hablada, es el principal enemigo de una banda que sólo sabe de violencia y de muerte, que ha hecho de la destrucción su único y estéril discurso. ETA no tiene mayor oponente que quien contrarresta sus mentiras, sus mensajes totalitarios y sus falacias criminales y los comparte con la sociedad a la que desea dominar y anular. La realidad es su gran enemigo y contra ella pone bombas, intentando perpetuar un engaño que le permita sobrevivir. Y en esta lucha que ya tiene perdida, la información es la mejor munición contra su totalitarismo, el conocimiento es el valor supremo a defender. Una tarea en la que llevamos años empeñados, compartiendo un espacio de integridad con otros medios y muchos ciudadanos, convertidos todos en objetivos de sus acciones criminales por resistir, por oponernos a su pretensión de acabar con la democracia en nuestro país.
No ha sido la primera vez que ETA atenta contra El Correo, y cada vez que lo ha hecho nos hemos reafirmado en nuestros principios y hemos redoblado nuestro compromiso con la sociedad vasca, a la que nos sentimos orgullosos de pertenecer. Y hoy sentimos, más que nunca, la obligación de defender el derecho a informar y ser informado, y la exigencia, como cualquier ciudadano de este país, de plantar cara al terror, de levantar un dique de dignidad frente a la banda terrorista. La bomba contra nuestras instalaciones en Zamudio no parará nuestra rotativa ni mucho menos pondrá mordaza a nuestra voz, la que habla por la boca de cientos de miles de vascos que lo único que anhelan es el fin de ETA.